Su billonario secreto by Jessa James

Su billonario secreto by Jessa James

autor:Jessa James [James, Jessa]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Jessa James


5

Jack

* * *

Conducir al pueblo fue tenso, por decirlo de alguna manera. Yo quería darle unas nalgadas a Anna por intentar escaparse. ¿Qué diablos fue eso? ¿Tuvimos una gran noche juntos y ella quería irse sin decir adiós?

Mientras yo agarraba el volante, mis pensamientos se iban a la noche anterior, recordando mis tres orgasmos potentes e increíbles. Perdí la cuenta de los de ella y ni siquiera intenté suprimir el sentido de satisfacción primitivo y muy macho que tenía al saber que trabajé su cuerpo como un maestro, la hice correrse una y otra vez hasta que estaba sumisa en mis manos, hasta que me dio todo. Encajábamos perfectamente. Estábamos bien juntos y eso me sorprendió mucho.

Es cierto, la tensión entre nosotros en los últimos meses no era enojo, era una química a fuego lento que decidió hervir anoche. Definitivamente, había algo entre nosotros, algo más que solo sexo.

Pero ella intentó abandonarte, imbécil.

La ropa estaba seca, no había nada que pudiera hacer sobre su camisa y, la verdad, no quería. Amaba el hecho de que estuviera usando la mía.

Intenté mantenerme ocupado haciendo café y el desayuno en la mañana, pero nada ayudó. Ella era como un imán y yo no podía evitar desearla. Incluso ahora sabía que sus bragas estaban en la secadora y que ella no tenía sujetador; yo podía ver de reojo sus senos rebotar en cada bache del maldito camino sucio hacia el pueblo.

¿Tenía idea del efecto que causaba sobre mí?

Luego de unos minutos en camino, Anna se inclinó en su asiento y respiró hondo. “Lamento haber intentado irme esta mañana sin despedirme. Es que es… complicado. Yo no quiero una relación. No quiero nada que me impida irme de Alaska. No lo tomes personalmente”, añadió ella mirando de reojo en mi dirección. Me animé con su comentario. Irse de Alaska.

“¿A dónde irás si te vas de Alaska? ¿No tienes familia aquí?”, le pregunté, enfocándome en el camino de lodo.

“No, mi padre murió el año pasado”, murmuró Anna con tristeza. “Pensé que lo sabías ya que él hacía la entrega de los víveres antes que yo. Ya no tengo razón para quedarme aquí, además de nuestra casa. He intentado venderla, pero nadie la compra. Una vez que se venda, me iré de aquí”, me dijo ella, con su mirada en sus dedos entrelazados en su regazo.

“No sabía lo de tu padre. Lo siento”, dije y permití que el silencio nos cubriera por un segundo.

“Gracias”, susurró ella y ambos nos quedamos en un cómodo silencio por el resto del viaje. Sin embargo, mi cerebro no se apagó y pensaba en esta hermosa y feroz mujer que quería irse de Alaska. Que quería dejarme y correr hacia el caos y el ruido del que yo estuve escapando el último año.

Alaska, mi cabaña en el medio de la nada, se había vuelto un hogar para mí. Pero mientras yo intentaba, sin éxito, ignorar a la apasionada mujer a mi lado, me pregunté cuánto más duraría eso si ella se iba de Alaska y me dejaba atrás.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.